El nombre de una marca es tu carta de presentación. ¡El primer flash! Una primera impresión que hay que trabajar si deseamos que vengan "muchas más impresiones". Te animo a que si estás en ese momento, realices un previo estudio, exhaustivo, para conocer las posibilidades que te ofrece el "naming".
¿Qué es eso del naming?
La traducción de la palabra "naming" significa nombrar. ¡Así de claro!
Si llevamos el térmico naming al mundo de la comunicación empresarial, diremos que es un conjunto de técnicas que se utilizan para crear y desarrollar los nombres de marcas, empresas, productos, etc.
El objetivo principal del naming es que la "palabra" elegida se diferencie del resto para obtener un estupendo posicionamiento.
¿Por qué es importante utilizar las técnica del naming?
Es importante porque gracias a sus distintas claves facilitará que tu marca suene bien al oído, sea fácil de recordar para tus clientes, consciente o inconscientemente. Vaya, ¡casi nada!, ni más ni menos que ser recordada; el sueño de toda marca.
6 Características del naming:
Para que el concepto sea un poco más "entendible" he preparado la infografía de 6 tips; características que a continuación desarrollo con brevedad:
IMPACTO: enganchar, atraer, enamorar. Es como el amor a primera vista, la primera impresión ¡importa! Así que toca, seducir, dar buena sensación, buen rollo.
FLEXIBLE: abarcar varias categorías. Si el nombre que buscamos es para un empresa, no para un producto, es bueno preveer la evolución de la marca en sí, para no "acotar" o limitarla y que pasado un tiempo se quede "insuficiente" e incoherente. Un ejemplo sería: FRUTAS SOL MEDITERRÁNEO y que dentro de un año se decida vender también, legumbres y la empresa se traslade de Alicante a Huelva; pues a lo mejor sería mejor: ALIMENTOS DEL SOL.
FÁCIL: pronunciar, escribir, recordar. Sencillo de entender, ¿verdad? Pues a la hora de la verdad no lo es tanto, sobre todo para aquella persona que ha elegido el nombre porque simplemente, ¡le gusta! Ahora le toca al profesional convencerlo de que a lo mejor no es una buena decisión y sacar el cuaderno de argumentaciones".
ÚNICO: diferenciación. Ni más ni menos, eso hay que buscar. Puedes apoyarte en la innovación y alejarte de lo que está más "trillado", también puedes pensar en un acrónimo que no sea muy común. Yo por ejemplo lo usé. Mi nombre es Agurtzane Benito y soy ilustradora, así que simplemente decidí llamar a mi marca: AB ilustradora.
AMABLE: positivo y amigable. Que cuando la pronuncies, ¡te guste! y de buena vibración.
LIBRE: que no esté registrado. Antes de empezar con el diseño de la marca es importantísimo consultar si está libre de registro y es tan fácil como entrar en la web de la Oficina Española de Patentes y Marcas OEPM y comprobarlo.
Aunque la impaciencia a veces nos "coma", tener un buen nombre de marca es una gran ventaja competitiva ante aquellos que, bien no valoran o no conocen su poder y/o sus beneficios a corto, medio y largo plazo.
Invertir en Naming es sin duda una buena inversión, ¡yeah!
Muchas gracias y prometo volver con más "palabros marketinianos".
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